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jueves, 15 de septiembre de 2011

Aubrey Beardsley









"Aubrey Beardsley ilustró Salomé (de su amigo Oscar Wilde) en 1893 para su representación francesa; fue interpretada en inglés al año siguiente. Aparece ya aquí su estampa típicamente japonesa y clásica, con un trazo muy estilizado y grandes superficies negras y blancas"

miércoles, 29 de junio de 2011

SONETOS DEL PORTUGUÉS, DE BARRET BROWNING

Selección de poemas de Elizabeth Barrett Browning

De mi cabello nunca di un rizo a un hombre...

De mi cabello nunca di un rizo a ningún hombre,
amado mío, salvo el que te ofrezco ahora
y, pensativamente, en toda su largura
sombría, voy ciñendo en torno de mis dedos.

Tómalo. Ya mis días de juventud pasaron;
ya al paso alborozado no tiembla mi cabello,
ni prendo en él la rosa o los brotes del mirto,
como las chicas suelen: ya sólo puede, en pálidas

mejillas, sombrear las huellas de mi llanto,
y se avezó a soltarse cuando a la frente inclina
con su arte el dolor. Temí que las tijeras

fúnebres lo cortaran primero, y ha vencido
tu amor. Tómalo. Puro como antaño, hallarás
el beso que, al morir, en él dejó mi madre.

Versión de Màrie Manent

***
Y no obstante el amor por ser amor...

Y no obstante el amor por ser amor
es bello. Igual llamea reluciente
un gran templo y la hierba. El mismo fuego
arde quemando el cedro y la cizaña.

Y el amor es un fuego; y cuando digo
te quiero, oh Dios, te quiero, ante tus ojos
me transfiguro en esplendor y siento
mi cara centelleante que deslumbra.

En el amor no puede haber ruindad
aunque amen los más ruines de los seres,
que cuando aman a Dios Él los acepta.

Y en la apariencia ruin de lo que soy
refulge el sentimiento y purifica
por ser fruto de amor lo que es de carne.

Versión de Carlos Pujol

***
¿De qué modo te quiero?

¿De qué modo te quiero? Pues te quiero
hasta el abismo y la región más alta
a que puedo llegar cuando persigo
los límites del Ser y el Ideal.

Te quiero en el vivir más cotidiano,
con el sol y a la luz de una candela.
Con libertad, como se aspira al Bien;
con la inocencia del que ansía gloria.

Te quiero con la fiebre que antes puse
en mi dolor y con mi fe de niña,
con el amor que yo creí perder

al perder a mis santos... Con las lágrimas
y el sonreír de mi vida... Y si Dios quiere,
te querré mucho más tras de la muerte.

Versión de Carlos Pujol

***
Oh, amor mío, amor mío...

Oh, amor mío, amor mío, cuando pienso
que existías ya entonces, hace un año,
cuando yo estaba sola aquí en la nieve
y no vi tus pisadas ni escuché
tu voz en el silencio... Mi cadena,
eslabón a eslabón, iba midiendo
como si no pudiese verme libre
por tu posible mano... ¡Hasta beber
la prodigiosa copa de la vida!
¡Qué extraño no sentirte en el temblor
del día o de la noche, voz, presencia,
ni adivinarte en esas flores blancas!
Yo era ciega lo mismo que el ateo
que no descubre a Dios al que no ve.

Versión de Màrie Manent

***
Si has de amarme que sea solamente...

Si has de amarme que sea solamente
por amor de mi amor. No digas nunca
que es por mi aspecto, mi sonrisa, el modo
de hablar o por un rasgo de carácter

que concuerda contigo o que aquel día
hizo que nos sintiéramos felices...
Porque, amor mío, todas estas cosas
pueden cambiar, y hasta el amor se muere.

No me quieras tampoco por las lágrimas
que compasivo enjugas en mi rostro...
¡Porque puedo olvidarme de llorar

gracias a ti, y así perder tu amor!
Por amor de mi amor quiero que me ames,
para que dure amor eternamente.

Versión de Carlos Pujol

***
Dilo, dilo otra vez...

Dilo, dilo otra vez, y repite de nuevo
que me quieres, aunque esta palabra repetida,
en tus labios, el canto del cuclillo recuerde.
Y no olvides que nunca la fresca primavera

llegó al monte o al llano, al valle o a los bosques,
en su entero verdor, sin la voz del cuclillo.
Me saluda en las sombras, amado mío, incierta,
esa voz de un espíritu, y en mi duda angustiosa,

clamo: «¡Vuelve a decir que me quieres!» ¿Quién
teme un exceso de estrellas, aunque los cielos colmen,
o un exceso de flores ciñendo todo el año?

Di que me quieres, di que me quieres: renueva
el tañido de plata ; mas piensa, amado mío,
en quererme también con el alma, en silencio.

Versión de Màrie Manent

***
Aléjate de mí...

Aléjate de mí. Mas sé que, para siempre,
he de estar en tu sombra. Ya nunca, solitaria,
irguiéndome en los mismos umbrales de mi vida
recóndita, podré gobernar los impulsos

de mi alma, ni alzar la mano como antaño,
al sol, serenamente, sin que perciba en ella
lo que intenté hasta ahora apartar: el contacto
de tu mano en la mía. Esta anchurosa tierra

con que quiso alejarnos el destino, en el mío
deja tu corazón, con latir doble. En todo
lo que hiciere o soñare estás presente, como

en el vino el sabor de las uvas. Y cuando
por mí rezo al Señor, en mis ruegos tu nombre
escucha y ve en mis ojos mezclarse nuestras lágrimas.

Versión de Màrie Manent

***
El mundo me parece tan distinto

El mundo me parece tan distinto
desde que oí los pasos de tu alma
muy leves, sí, muy leves, a mi lado,
en la orilla terrible de la muerte
donde yo iba a anegarme, y me salvó
el amor descubriéndome una vida
hecha música nueva. Aquellas hieles
destinadas por Dios quiero beber,
cantando su dulzura, junto a ti.
Los nombres de lugar son diferentes
porque estás o estarás aquí o allá.
Y ese don de cantar que yo amé tanto
(los ángeles lo saben) me es querido
sólo porque hace resonar tu nombre.

versión de Carlos Pujol

Los Sonetos del portugués toman ese título porque pasan por ser traducciones del portugués, en referencia a los sonetos del poeta del siglo XVI, Luis de Camoens. Uno de los poemas se titula “Catalina a Camoens”, y de allí que Browning le sugiriera el título a su esposa.
Este libro fue escrito durante el noviazgo entre Elizabeth y Browning –que, debido a las objeciones puestas por el Sr. Barrett y a la delicada salud de la poeta, fue llevado a cabo en secreto, al igual que su boda-. Se trata de poemas de amor, de un amor profundo e imperecedero, palabras de una mujer que ya a los treinta y nueve años podía considerarse una solterona, y a quien sin embargo el amor había tomado por sorpresa.
Los poemas están compuestos sobre temas opuestos. Principalmente el amor y la muerte, pero también la luz y la oscuridad, el recuerdo y el olvido, la música y el silencio. Han impregnado la cultura popular y es muy común encontrarlos citados en películas o libros en lengua inglesa. Probablemente el más famoso sea el 43: “How do I love thee? Let me count the ways.” (“¿Cuánto te amo? Déjame contar las maneras”).

martes, 14 de junio de 2011

PELICULAS RECOMENDADAS PARA E.A. POE

Chicos, aquí les dejo las películas de las que hablamos en la clase.
La primera es La Caída De La Casa Usher (ficha técnica acá... http://www.abandomoviez.net/db/pelicula.php?film=61 ).

Para descargarse la película ingresar al siguiente link.

http://www.taringa.net/posts/tv-peliculas-series/7570439/1960---La-Caida-De-La-Casa-Usher-_DVDRip_Espanol_Terror_-.html




Este segundo Link es para ver online. Es sobre El Corazón Revelador. Es una animación de los años 50's que no tiene desperdicio alguno.



El siguiente es El Cuervo, recitado por el genial Vincent Price





Disfruten....

jueves, 19 de mayo de 2011

Curso extracurricular: DRAMA Y FILM, PROBLEMAS TRASPOSITIVOS.

El curso gratuito de 6 clases sobre trasposición texto dramático/fílmico se desarrollará desde el próximo martes 24 de mayo, de 20 a 21:30 hs. en Ayacucho 953 (Escuela de Recuperación Especial Nro. 1), organizado por el ISP Dr. Joaquín V. González. Se trabajarán los siguientes casos de trasposición texto dramático/ fílmico:
1-El arpa de hierba, de Truman Capote // El arpa de hierba (1995), de Charles Matthau, con Piper Laurie, Sissy Spacek, Walter Matthau, Jack Lemmon y Roddy McDowall.
2-La versión de Browning, de Terence Rattigan // La versión de Browning (1994), de Mike Figgis, con Albert Finney, Greta Scacchi, Matthew Modine y Julian Sands.
3-Té y simpatía, de Robert Anderson // Té y simpatía (1956), de Vincent Minelli, con Deborah Kerr, John Kerr y Leif Erickson.
4-Locos de amor, de Sam Shepard // Locos de amor (1985), de Robert Altman, con Sam Shepard, Kim Basinger, Harry Dean Stanton y Randy Quaid.
5-La escalera, de Charles Dyer // La escalera (1969), de Stanley Donen, con Rex Harrison y Richard Burton.
El profesor a cargo del curso brindará a los concurrentes fotocopias de las obras teatrales, si así lo solicitan. En cambio, los concurrentes deberán procurarse por su cuenta los films.

Abelenda, María Sol

Abelenda, María Sol

T. P. Nº 2


Literatura de habla inglesa


3º B


Los Viajes de Gulliver cuenta la historia de los viajes que realiza el Doctor Lemuel Gulliver. Está dividido en cuatro partes, cada una de las cuales nos relata un viaje distinto del protagonista.
Los viajes están narrados en primera persona; esto le da un carácter de subjetividad a la obra.
Jonathan Swift utiliza su novela (al igual que otros de sus escritos) para realizar una fuerte crítica socio-política de su época y también de la condición del ser humano. El autor, en esta obra, recurre a la invención de países y sociedades para plasmar comparaciones con la realidad. Utiliza como recurso una meticulosa descripción de los lugares y habitantes de cada país que visita el personaje. Así, al ver cuál es la esencia misma de los seres que crea, logra mostrarnos las falencias de las sociedades, los errores del ser humano, etc.
Swift utiliza la ironía y el sarcasmo durante toda su sátira, como es de esperarse en este género.

Los Yahoos son la caracterización del hombre en su esencia más desagradable, más “inmunda”, como diría el narrador.
Su cuerpo y rostro se encuentran cubiertos de cabello, caminan sobre sus patas traseras y poseen grandes garras que les ayudan a trepar por los árboles con mayor facilidad.
En cuanto al género, los machos y hembras son bastante similares, exceptuando al tamaño y la cantidad de cabello (las hembras son más pequeñas y tienen menos pelo).
Los Yahoos no poseen una inteligencia demasiado importante, son viciosos, cobardes, muy lujuriosos y propensos al ocio y la suciedad.
Tienen, sí, una gran agilidad y resistencia física. Por esto, los caballos dotados de razón los utilizan como animales de carga. Suelen ser violentos cuando están en grupo.
Los amos y dueños de los Yahoos, son los Houyhnhnms. Son los caballos dotados de razón que habitan el último país que visita el protagonista.
Tienen un leguaje propio, caracterizado por sonidos nasales y guturales.
Según Gulliver, los Houyhnhnms son seres nobles, incapaces de dañar a otros; buscan el bien común y no saben cómo engañar o traicionar. No conocen la mentira, llevan una vida tranquila y bien organizada. Las relaciones que mantienen entre ellos son honestas.
No tienen apego por las cosas materiales y no se involucran emocionalmente ni con sus familiares ni amigos, como lo harían los seres humanos. Por esta razón, asumen la muerte tan naturalmente que no conlleva penas, la ven como un viaje.

3) Swift es un escritor satírico, y utiliza esta técnica para realizar la crítica que hace a las sociedades. Para él, “la sátira es un disfraz de la angustia”.
La crítica de Swift tiene como base la exposición de los defectos de los seres humanos y los vicios de la sociedad.
Se sirve de la hiperbolización y de la ironía, ridiculiza a los hombres.
La crítica satírica no es una manera de moralizar sino una forma de discusión, y el discurso tiene valor en sí mismo.

Swift forjó en sus obras el sarcasmo de sus ideas acerca del mundo. Lo que hace trascender a su obra es la generalización de las características de la humanidad. No importa cuándo leamos el relato: el paso del tiempo no afecta al significado general de la obra.
Se prevé el trascurso del tiempo y, así, entiende que lo que se está exponiendo, en algún momento pasará y no será nada más que tiempo pasado.
Swift logra abstraer los aspectos criticados en una generalización para que el lector, que quizás en algún momento no entienda o reconozca algunos elementos puntuales que se mencionan, pueda participar y reflexionar desde su perspectiva, desde su tiempo histórico.
La obra de Jonathan Swift fue muy atrayente en distintas épocas y por distintas clases sociales. Esto se debe, entre otras cosas, a que aparecen fuertes críticas al poder de instituciones fuertemente establecidas.

miércoles, 11 de mayo de 2011

López, Ma. Cecilia

Trabajo Práctico:

Los Viajes de Gulliver. Rastreo bibliográfico.

1) Convergencia entre forma y contenido.

Andrés García Londoño, en su artículo Gulliver y la misantropía, inicialmente no atribuye una forma específica a la obra “Los Viajes de Gulliver”, de Jonathan Swift, sino que enumera las asignadas a la misma por las diversas clases sociales contemporáneas a su primera publicación. Obra polimorfa y polisémica, cada grupo identifica en ella la forma y el contenido que reconoce afín con sus intereses y/o necesidades.

“Todas las clases sociales encontraron algún atractivo en el libro. Los nobles, una sátira política; el pueblo, un relato de aventuras; el clero, lecciones de moral; los intelectuales, un estudio sobre la naturaleza humana; los desengañados, una poderosa obra que estimulaba su resentimiento.[1]

Identifica luego a la sátira como rasgo formal esencial de esta novela, valorando en ella la posibilidad de enfrentar a la sociedad con su propia imagen, descubierta de toda falsa apariencia. Afirma también que su uso se encuentra ligado a la inquietud del autor que la manipula, ante los conflictos, dificultades y/o debilidades de la sociedad –no del individuo- en la que se encuentra inserto.

“La gran sátira es el arte de rasgar los harapos con que la humanidad cubre su espantosa desnudez. Por estar inevitablemente ligada a una valoración, hay en ella un componente moral intrínseco. (…)la historia de la sátira nos muestra cuán estrechamente está emparentada con la preocupación por los problemas sociales. (…)mientras el cínico carece de esperanza, el satírico es, muchas veces a pesar de su voluntad, propietario de una verdad defraudada(…)”[2]

“No es entonces una casualidad que en los Viajes de Gulliver el Deán se afane en plasmar sociedades, pues es la sociedad, no el individuo, la causa de la ira de Swift y es a ella a quien va dirigida el fondo de su sátira.”[3]

Enrique Luis Revol afirma en Nuestro contemporáneo Jonathan Swift lo hasta aquí expuesto, citando palabras del propio autor:

“Yet malice never was his aim;

He lashed the vice, but spared the name;

No individual could resent,

Where thousands squally were meant-.

(Pero nunca lo hizo con mala intención;

Censuró el vicio, pero calló el nombre;

Nadie en particular podía resentirse,

Cuando a miles se refería por igual-.)

Según el mismo Swift escribió en los Verses ontheDeath of Dr. Swift, en líneas que hasta hoy constituyen la descripción más exacta de su formidable obra satírica. (…) en Swift la sátira no tenía nada de gratuita. En otras palabras, no procedía de un simple impulso psicológico, para aliviarse de la ponzoña que llevaría en su interior.”[4]

García Londoño señala también que Swift examina a la sociedad francesa a través de la construcción literaria de una cultura no sólo diferente sino extraña a ella, imponiéndole de esta forma reflexionar involuntariamente sobre sí misma, bajo la apariencia de un juicio crítico erigido sobre otra, ante la cual no se reconoce.

Swift escribió la novela con sólo dos referentes: la lectura de libros de viaje que le enseñaron la jerga que debía usar el doctor Lemuel Gulliver, y sus propias observaciones respecto al mundo humano en general e Inglaterra en particular. Usó el mismo procedimiento que empleara Montesquieu en las Cartas Persas (1721): analizar la sociedad europea situándose en una cultura extraña, para poner de manifiesto sus injusticias, sus absurdos y sus hipocresías.”[5]

Al igual que García Londoño, en el artículo“Swift y la sátira”se define a dicho autor como a un escritor atento y sensible a los conflictos sociales de su época, quien asimila a la sátira con un espejo, en cuya imagen devuelta sólo pocos se reconocen, favoreciendo la recepción afable del lector y evitando la posible resistencia que su propio retrato le impondría a su juicio o examen sobre ella.

“Fundamentalmente es un escritor satírico: zahiere los defectos humanos en general y los vicios de la sociedad en que vivía en particular. Pero esta característica exige inevitables precisiones: habitualmente se piensa que la sátira entraña un distanciamiento cómico con respecto a las pasiones humanas e inclusive se suele opinar que conduce a cierta crueldad y desdén de las imperfecciones del hombre. Cabe sostener, con un buen margen de certeza que esta interpretación es errónea, y ello resulta aún más evidente en Swift: su actitud asume un aspecto corrosivo y hasta agresivo, su temperamento borrascoso lo empuja casi espontáneamente hacia el humor negro; pero detrás de su denuncia hiriente es posible percibir a un individuo profundamente compasivo cuya amargura nace de sus propios sufrimientos y de su identificación con el sufrimiento ajeno. Para Swift, la sátira es un disfraz de la angustia, de los profundos sentimientos que puede sentir por la mujer amada, del indecible dolor que le produce la miseria del prójimo. En La batalla de los libros, él mismo puntualizó el equívoco fácil a que puede inducir el aspecto superficial de sus escritos: La sátira –decía- es una suerte de espejo, en el que los observadores ven reflejadas las caras de todo el mundo salvo la propia; este es el motivo de que la reciban complacidamente y de que pocos se vean retratados en ella”.[6]

Se afirma también que Swift utiliza recursos expresivos opuestos a la sensibilidad que movilizó la escritura y a la conmoción que aspira generar: impersonalidad vs. desasosiego; burla vs. emoción:

“(…)como todo gran maestro de la sátira social (…)lleva la exposición hasta sus últimas consecuencias y mediante la exageración demuestra, por contragolpe, el profundo desasosiego que le producía la desdicha de sus compatriotas y el injusto derroche que –por indiferencia o despotismo- se estaba haciendo de la infancia. La demostración adopta una apariencia abrstracta, impersonal, casi científica, como la misma insensatez que le da origen; de tal forma, la tesis exhibe sin atenuantes la escasa diferencia que hay entre el desatino propuesto y la realidad contemporánea; en ese momento la burla se torna emoción e ilumina deslumbradoramente el objeto concreto de la proposición: el ser humano desvalido.”[7]

En consonancia con este artículo, afirman Howard Rochester en Jonathan Swift y “Gulliver”:“(…)su sátira, presentada muchas veces en forma indirecta y aun tortuosa, es el instrumentoque ha perfeccionado para ahuyentar al lector del complaciente engaño de sí mismo y de la actitud soberbiamente tranquila con que se suele consentir la debilidad como un derecho y abrazar los excesos como una afirmación de independencia. (…)Swift no es genuinamente solemne, y cualquier asomo de solemnidad no pasa de ser una travesura de su ironía.”[8]; y Revol en el artículo de su autoría ya citado: “(…)también A Swift le disgustaban bastante varias características principales de sus caballos fantásticos y que, al presentarlos con aparente simpatía, procedía tan irónicamente como, tiempo después, al proponer la conversión de los niños irlandeses indigentes en comestibles. Y he aquí la máxima virtud estilística de nuestro autor: un espíritu muy dolido (y muy rabioso, de vez en cuando) que sabe expresarse siempre, en el plano literario, con una perfecta compostura.”[9]

Este último crítico asevera que el autor utiliza un narrador en primera persona como recurso que le permite apropiarse de la voz dominante en el relato y expresarse a través de ella. En tanto voz testimonial que sucesivamente solicita crean en ella, ¿es in/cuestionable? ¿Su subjetividad comprometida la hace falible? ¿O la exime de toda duda?

Asumir un papel, pretender ser alguien muy diferente de la persona que realmente era y hablar muy seriamente con la voz de esa persona, fue siempre uno de los artificios favoritos de Swift.”[10] (Pág. 194)


1) 2) Diferencias entre Yahoos y caballos dotados de razón. Caracterización.

GARCÍA LONDOÑO, Andrés. Gulliver y la misantropía:

“(…)losHouyhnhnms, los caballos racionales, entre quienes no hay gobierno, ni guerra, ni leyes, ni crímenes, ni mentiras, ni castigos, por lo que Gulliver encuentra grandes dificultades para siquiera conversar con ellos, pues los Houyhnhnmscarecen incluso de tales conceptos. (…)sociedad de animales dotados de Razón donde las decisiones son tomadas en común, las acciones se realizan buscando el bien general y se acepta la muerte con naturalidad. (…)Gulliver nos presenta a los Yahoos, describiéndolos en principio como los más horribles y deformes abortos de la Naturaleza; hasta que luego descubrimos que no son más que humanos degenerados, que sirven como contraposición a los perfectos Houyhnhnms. Es indescriptible el horror de Gulliver al comprender que él mismo es un Yahoo, y para colmo de males, como dictamina su sabio amo Houyhnhnm, un Yahoo barnizado con una minúscula capa de razón que no sirve para otra cosa que para multiplicar sus vicios y adquirir nuevas corrupciones(…)” (Pág. 83)

2) Hipótesis sobre la perspectiva crítica de Swift. (Misantropía)

GARCÍA LONDOÑO, Andrés. Gulliver y la misantropía:

“Es sabido no sólo que la amargura puede ser a veces la madre del humor, sino también que en ocasiones el humor es la única forma de sobrevivir a la amargura. Sin embargo, al leer a Swift uno se pregunta, mientras ríe, de dónde sale esa visión de la humanidad como un todo color noche, esa necesidad de arrancar a tiras la piel de la propia especie. Y una vez conocemos los detalles de la vida del deán de Saint Patrick desembocamos directamente en una pregunta aún más incierta: ¿Puede la misantropía, manifestada en la crítica despiadada del hombre, combinarse con un amor sin futuro por la humanidad?” (Pág. 77)

Denuncia en diversos escritos las inhumanas actividades coloniales de los ingleses, se opone a impuestos injustos, y satiriza con saña las acciones del gobierno y las modas de la corte. La indignación de Swift respecto al yugo que sufre su país dará su mayor muestra con la publicación de Una modesta proposición en 1729, la mejor sátira sobre la injusticia humana de toda la literatura universal.” (Pág. 79)

“No resulta nada original decir que Swift era misántropo. (…)Lo que sí resulta sin duda fascinante es encontrar las bases donde se funda tal afirmación. ¿Qué es lo que hace a Swift un misántropo? ¿Qué parte del comportamiento humano subleva su espíritu hasta llevarlo al desprecio de su propia especie?

(…)lamisantropía de Swift se manifestó ante todo en su escritura.

(…)publicaba en forma anónima (…)se servía de la escritura como de una herramienta, no más importante para él que la azada para un labrador. Un medio, no un fin.

Entonces, si no le importaban la fama o el dinero, ¿qué quería con tanta fuerza exclamar Swift para aceptar el esfuerzo que, incluso para una persona de su talento, implica escribir?

“Los cuatro viajes que componen la obra [Los viajes de Gulliver] tienen cada uno objetivo diferente en la mira.

El primero, el viaje a Liliput, es ante todo una crítica de la corte inglesa y sus múltiples mezquindades. (…)El análisis de la política es implacable. Los cargos de la corte no guardan relación alguna con el mérito, sino con el talento para divertir a los sobreanos.

(…)El segundo viaje, donde Gulliver va a Brobdingnag, la tierra de los gigantes, es una mirada sobre Europa desde una tierra humana pero un poco más justa, donde predomina la poca razón de la cual es capaz el hombre. (…)El Deán creía que incluso entre gigantes morales, serían visibles mil pequeños defectos (…)nos dice que quien no encuentra defectos en lo humano es porque no se ha reducido a sí mismo lo suficiente.

En el tercer viaje, donde Gulliver viaja al país de Lupata, la isla volente, Swift critica con dureza los pretendidos triunfos de la Razón, de los que tanto se enorgullecía una sociedad como la inglesa, que comenzaba a convertirse en una sociedad científica. (…)En el mismo viaje conocemos la academia del país de los Balnibarbas, donde encontramos experimentos tan absurdos(…) Bastante claramente Swift muestra su desconfianza en la tecnología. La tercera escala de este mismo viaje nos lleva a la isla de Glubbdubdrib, donde (…)Gulliver puede (…)demostrarnos dos cosas: la primera, su tesis tantas veces vista de que el hombre actual es una degeneración del hombre primitivo. La otra tesis de Swift es que poco hay de glorioso en la historia humana, por ser básicamente una suma de mezquindades, traiciones, mediocridad y malentendidos. El último lugar que visita Gulliver en este viaje es la isla de Lugnagg(…). Con ello Swift no sólo pretende demostrar que la muerte personal es una bendición, sino también que la degeneración en cualquier campo es inevitable.” (Págs. 81 a 83)

“[En] El cuarto y último viaje(…) Usó el mismo procedimiento que empleara Montesquieu en las Cartas Persas (1721): analizar la sociedad europeasituándose en una cultura extraña, para poner de manifiesto sus injusticias, sus absurdos y sus hipocresías.” (Pág. 81)

“(…)mientras el cínico carece de esperanza, el satírico es, muchas veces a pesar de su voluntad, propietario de una verdad defraudada(…)

El deán tenía una esperanza, de lo contrario jamás se habría comprometido en una lucha que parecía en vano. Una lucha contra las injusticias de una corte, la miseria de los hombres y la opresión de un país. El Swift que tomó a su cargo el defender los intereses de los oprimidos y denunciar los atropellos de los poderosos, es el mismo que plantea el exterminio de la humanidad. Y ello no puede dejar de sorprendernos… Hasta que comprendemos que la contradicciónno existe si lo que Swift defiende son unos valores que encuentra superiores a la naturaleza humana, más importantes aun que la supervivencia de toda la humanidad.

Nunca somos tan despiadados en nuestros juicios como cuando nos defrauda aquel que una vez amamos. (…)En la mediocridad de la humanidad frente a los valores que anhela, encuentra la desesperación.

A diferencia de los utópicos, Swift no sueña con lo que podría ser. Admite lo que existe y acepta que los valores nunca serán alcanzados. (…)Y lo que le resulta insufrible es que la especie humana se adjudique esos valores supremos sin merecerlos, como es el caso de la Razón, que bajo la interpretación de Swift es una mezcla de intelecto e integridad moral.

En una carta a Pope, Swift mismo declara la contradicción que caracteriza a su misantropía: “(…)Pero principalmente yo odio y detesto a aquel animal llamado hombre, aunque puedo amar intensamente a John, Peter, Thomas y así en adelante. (…)He reunido materiales con la intención de escribir un Tratado que pruebe la falsedad de aquella definición animal rationale, y muestre que debería ser sólo rationiscapax. Sobre este gran principio de la Misantropía(…) el edificio entero de mis Viajes está erigido…”

No es entonces una casualidad que en los Viajes de Gulliver el Deán se afane en plasmar sociedades, pues es la sociedad, no el individuo, la causa de la ira de Swift y es a ella a quien va dirigida el fondo de su sátira.” (Págs. 84 y 85)

ROCHESTER, Howard. Jonathan Sswift y “Gulliver”.

“la fuerte reacción de la sátira de Swift (…)ha sido provocada por su intenso empeño en que los hombres, dejando su soberbia y su olvido de la muerte, aprovechen esa capacidad de razonar y vivir de acuerdo con la razón, en lugar de entregarse a un fácil optimismo o al complaciente entusiasmo de moda o a la proclividad al egoísmo, la indiferencia y la injusticia o a la bestia que acecha en la condición humana. Alejándose de la metafísica y de la teología dogmática, Swift ha deseado, creo yo, el imperio de los vetustos y eternos valores: todo lo que lo sano, lo armonioso y lo bello requieren y todo lo que significan la caridad, la verdad y la razón(…)” (Pág. 64)

3) Vigencia de la literatura de Swift.

GARCÍA LONDOÑO, Andrés. Gulliver y la misantropía:

“Jonathan Swift es un misterio. Un irlandés protestante que se atrevió a defender a los católicos de la opresión inglesa, a pesar de estar abiertamente en contra de su religión. Un hombre ambicioso, que siempre deseó un cargo mejor que aquel que le fue concedido por el destino, y que, sin embargo, restaba importancia a la fama que debía a sus obras, a las que solía publicar en forma anónima y no sólo por cuestiones de seguridad. Un moralista que detestaba el orgullo y que, aun así, se escribió a sí mismo uno de los epitafios más hermosos de la historia. Sin duda de ese misterio nace parte del encanto de sus escritos, que han sobrevivido tres siglos.” (Pág. 77)

ROCHESTER, Howard. Jonathan Sswift y “Gulliver”.

Entre los individuos de buenos antecedentes culturales, tanto en Europa como en el resto del mundo civilizado, no habrá muchos que no conozcan en forma alguna a Gulliver. Y de seguro la mayoría de los que de niños lo encontraron en sus lecturas siguen pensando en él como protagonista de una de las aventuras más fantásticas de la literatura infantil. En efecto, la extraordinaria popularidad del libro de fácil y amena lectura que se conoce con el título Gulliver’sTravels (Los viajes de Gulliver) se debe a la potente atracción que ejerce en la gente menuda de hoy y ha ejercido en muchas generaciones de preadolescentes a lo largo de los siglos. Y, sin embargo, la obra escrita por Swift –la que, a propósito, es más conocida que cualquier ciencia-ficción- supera la fantasía y tiene una trascendencia más allá de la psicología infantil, pues, lejos de la presunta inocencia de la puericia, se destaca como uno de los ataques más virulentos contra los vicios y la estupidez de los hombres.

Este desmesurado contraste (…)tiene una explicación muy sencilla. (…)El libro publicado en 1726 (…)cuyo texto, a pesar de la claridad sintáctica, trae una sugestiva complejidad de ideas y requiere detenida reflexión, ha sido expurgado y muy reducido por diversos editores y numerosos idiomas, con la conveniente omisión del viaje a Laputa, o sea el tercero, y del cuarto y último viaje, el que lleva al lector al país de los caballos. El pasmoso suspenso, la diversidad de las situaciones, la descripción verosímil y a menudo entretenida de los personajes y sus actos y la atmósfera de maravilla y ensueño, encima de un minucioso realismo en los detalles, coadyuvan a la sencillez del estilo para dar a tales versiones de “Los Viajes de Gulliver” un inmenso encanto semejante y aun superior al de los cuentos de hadas. He aquí los factores comunes a la obra original y a las adaptaciones de ella para niños. De estas dos maneras el libro de Swift ha adquirido dimensiones clásicas y reconocimiento universal.” (Págs. 57 y 58)

REVOL, Enrique Luis. Nuestro contemporáneo Jonathan Sswift.

“El hecho de que Jonathan Swift naciera hace tres siglos, (…)sólo hace más asombrosa la tenaz popularidad de su obra maestra como lectura infantil –en ediciones más o menos purgadas- y, así mismo, su vigencia significativa para la inteligencia actual. (…)¿Cómo explicarnos, pues, la popularidad tan persistente de estos Viajes (…)?

(…)Tal vez sólo los niños muy pequeños crean ya en enanos y gigantones. Y seguimos las aventuras del protagonista de Swift justamente porque estamos convencidos de que el único cuyas dimensiones cambian, de viaje en viaje, es el propio Lemuel Gulliver. Cada uno de los países que el viajero descubre se nos presenta como la exteriorización de una de las actitudes fundamentales que podemos asumir con respecto de los demás, y con respecto de nosotros mismos. De aquí el tremendo poder, la eficacia didáctica(…).

Por otra parte, casi solo otra obra existe –como legado del siglo XVIII, se entiende- que posea una polivalencia significativa comparable para el lector actual” (Pág. 183)

“(…)un ejemplo admirable de cuanto más perdurable es la obra cuyo autor está intensamente preocupado por los problemas, por los grandes y hasta por los pequeños problemas, de su propio tiempo”. (Pág. 188)

López, Ma. Cecilia

DNI 23.376.324



[1] GARCÍA LONDOÑO, Andrés. Gulliver y la misantropía. Pág. 81

[2]Op. Cit. Pág. 84

[3]Op. Cit. Pág. 85

[4] REVOL, Enrique Luis. Nuestro contemporáneo Jonathan Swift. Pág. 187

[5]GARCÍA LONDOÑO, Andrés. Gulliver y la misantropía.Pág. 81

[6]Swift y la sátira. Pág. 431

[7] Op. Cit. Pág. 431

[8]ROCHESTER, Howard. Jonathan Swift y “Gulliver”. Pág. 60

[9] REVOL, Enrique Luis. Nuestro contemporáneo Jonathan Swift. Pág. 192

[10]Op. Cit. Pág. 194

martes, 10 de mayo de 2011

Alvarez Araujo, Lía Escobar, Vanesa Mondello, Pablo Passerino, Gabriel

Instituto Superior del Profesorado “Dr. Joaquín V. González”
Lengua y Literatura
3º “B”
Literatura en Lengua Inglesa
Alvarez Araujo, Lía
Escobar, Vanesa
Mondello, Pablo
Passerino, Gabriel
T. P. Nº 2
9/5/2011
1) Encontrar la convergencia entre forma y contenido en Viajes de Gulliver.
2) Diferenciar y caracterizar a los yahoos respecto de los Houyhnhnms.
3) ¿Qué hipótesis tenemos sobre la perspectiva crítica de Swift?
4) Vigencia de la literatura de Swift.
1) El libro Los Viajes de Gulliver se encuentra dividido en cuatro partes, cada una de las cuales relata un viaje distinto. Los viajes están narrados en primera persona por el protagonista, el doctor Lemuel Gulliver; este aspecto da a la obra un carácter de subjetividad, el cual justifica la constante actitud del narrador de recalcar la veracidad de los hechos (por ejemplo, en IV, cap. XII, §1).
El autor recurre al relato ficcional para hacer más amena la lectura de su crítica social, que no es presentada al lector de forma directa, sino que se vale de comparaciones con sociedades ficticias a las que dota de las mismas características que ve en la humanidad, salvo en el país de los Houyhnhnms, que muestra como una sociedad totalmente idealizada. En este punto la sátira surge de la comparación entre las dos sociedades, cuyas diferencias son abismales.
El escritor utiliza como recurso descripciones minuciosas para mostrar el exterior y el interior de los seres. Los retratos así confeccionados presentan una gran ventaja a los efectos de la sátira: son claramente vistos por los lectores en su misma esencia, en lo que son, en lo que Swift quiere mostrar(nos). De esta forma, su objetivo surte el efecto deseado, nos hace ver las miserias y las fallas de la sociedad, no del individuo, y nos hace reflexionar.
La flexibilidad del estilo de Swift permite el uso del sarcasmo y la ironía en consonancia con el humorismo y la parodia. Característica también presente en su capacidad para cambiar de tono y de enfoque con gran desenvoltura a lo largo de su obra. El método del razonamiento absurdo es utilizado por Swift para mostrar, justamente, lo absurdo de la existencia de la razón humana.

2) Los Yahoos son los hombres en su esencia animal, es decir, que se encuentran en un estado más precario de evolución; su cuerpo y su rostro se encuentran cubierto de pelos y de su cabeza cuelga una larga cabellera; caminan sobre sus dos patas traseras, poseen garras en ellas y son capaces de trepar árboles con gran facilidad. Las hembras son idénticas a los machos salvo que tienen un menor tamaño y menos abundancia de pelo. En ambos casos son viciosos, traidores, cobardes, lujuriosos y proclives a la suciedad y al ocio. No son demasiado inteligentes, poseen “una minúscula capa de razón que no sirve para otra cosa que para multiplicar sus vicios” , pero tienen gran resistencia física y agilidad, por lo que son usados para arrastrar objetos pesados y también las carretas que transportan a los Houyhnhnms. Son violentos cuando están en grupos grandes, pero se protegen entre ellos de agresiones externas. “(…) los Yahoos (yajús) [son] repulsivos por su decidida animalidad, manifestada tanto en su apariencia como en su comportamiento”
Los Houyhnhnms son los amos de los Yahoos; son caballos físicamente, pero están dotados de razón y cuentan con un lenguaje propio caracterizado por sonidos guturales y nasales manteniendo el relincho de los equinos. La razón de éstos no es usada como la usan los hombres, para engañar, sino para buscar el bien común. Estos son vistos por Gulliver como seres nobles, incapaces de hacer daño. Los Houyhnhnms no conocen la mentira, puesto que “[la mentira] traiciona la esencia misma del lenguaje” , ya que hablar es hacer uso del lenguaje para recibir información, y, al mentir, se evita dar información real (decir la cosa que no es).
Los Houyhnhnms llevan una vida organizada, apacible. Al no conocer la mentira ni el engaño, la relación entre ellos es más honesta y beneficiosa. “Entre ellos no hay gobierno, ni guerras, ni leyes, ni crímenes, ni mentiras, ni castigos”. No se apegan a lo material, no llegan a involucrarse emocionalmente con sus parientes y amigos como lo hacen los humanos, por lo que la muerte de uno de ellos es algo que asumen naturalmente, no conlleva grandes penas.

3) “Las circunstancias de ser hijo póstumo y haber sido educado gracias a la fría caridad de sus tíos dejaron una profunda marca que lo llevó varias veces a detestar el haber nacido.” “Esa virtual orfandad y el concomitante sentido de humillación influirían en la vida y la obra de Swift.”
Diferentes autores llegan a la misma conclusión: las circunstancias de su vida, poco feliz, fueron las que incentivaron esa cruel visión del mundo que tenía este autor; para él mismo “la sátira es un disfraz de la angustia”.
Swift es ante todo un escritor satírico, y desde ese lugar realiza su crítica, la cual puede resultar un tanto corrosiva por su constante manifestación de rechazo hacia los seres humanos, más específicamente hacia la sociedad en sí. Su crítica se basa en dejar expuestos “los defectos humanos en general y los vicios de la sociedad en que vivía en particular”. Para ello se vale de la ironía y la exageración; busca ridiculizar a su referente, que puede ser un grupo de personas, un comportamiento o características en particular.
La crítica satírica no es un modo de moralizar sino una manera de discutir. El discurso tiene valor en sí mismo, no hay que justificarlo por nada, ni es necesario pedir permiso para hacer la crítica.
Cada uno de los viajes de Gulliver “se nos presenta como la exteriorización de una de las actitudes fundamentales que podemos asumir con respecto de los demás; y con respecto de nosotros mismos”. Con su condena de la humanidad, Swift se aleja de la confianza en los fines del género humano que caracterizó al Romanticismo, y se acerca al fatalismo iracundo que marcará este siglo XX que tantos horrores ha presenciado.

4) Swift supo plasmar en sus obras la mordacidad de su pensamiento, la acidez de su crítica. Pero lo que hace trascendente a su obra es su uso de la generalización de las características de la humanidad, lo que hace que el paso del tiempo no afecte el significado global. El texto es consciente de esto, el texto contempla su proyección y entiende que lo expuesto pasará. Prevé su propio envejecimiento, y abstrae los aspectos criticados en una generalización para que el lector, aunque no reconozca los eventos puntuales mencionados, pueda participar, de un modo diferente al de aquel que sí los conoce, en la lectura y la reflexión.
También las fuertes críticas al poder y a instituciones fuertemente establecidas (como la Iglesia, a la que Swift pertenecía) fueron motivo de interés para los lectores en todas las épocas, lo que permitió que las obras de Swift fueran leídas en todas las épocas con gran atención.